En la “economía colaborativa”, a través de telefonía celular se contacta a la gente que busca “algo” con gente que lo ofrece. La cantidad de bienes y servicios que pueden imaginarse en este esquema es literalmente infinito. Por medio de complejos algoritmos que estiman flujos, necesidades y volúmenes de manera casi instantánea, la tecnología lee e interpreta los ciclos de oferta-demanda. Fuente:
|
Economía colaborativa, un intercambio voluntario | Ejemplos prácticos