Por
Dr. Luis Nuñez Alvarez.
Cuando alla por
los años 82s. Se pensaba que las empresas en nuestro país
llegarían a un crecimiento que significara el inicio de
un verdadero desarrollo industrial, tuvieron que enfrentar
a una de las devaluaciones mas graves y dramáticas que
la historia financiera en México hubiera sufrido.
En base a esta
caída, las grandes empresas y con ayuda de asesores en
materia económica y financiera pudieron sobresalir y enfrentar
(y por supuesto visualizar), el vivir en un esquema proteccionista,
lo que hacía tener en sus procesos productivos tecnologías
obsoletas y de bajo rendimiento, lo que de ninguna manera
les llevaría a un camino de crecimiento y menos aún a
mantenerse en el negocio.
Si recordamos en
el año de 1986, México ingresa al GATT y por tanto su
industria se empieza a ver amenazada, ya que los proteccionismos
a los que había estado sujeta, hubieron de cambiar y debieron
empezar a valerse por si mismas, ya que se inició la apertura
de las fronteras, y por tanto, se tuvieron que mejorar
los productos de tal modo que éstos fueran competitivos,
su proceso fuera mas eficiente, y ademas generaron Sistemas
de Calidad, haciendo inclusive importaciones de procedimientos
y técnicas japonesas, para preparar mejor a su personal
tanto directivo, como obrero.
Sin embargo, lo
anterior se hacía a corto plazo, pocas empresas fueron
las que detectaron la necesidad de planear a largo plazo,
tal vez debido a la debilidad de sus estructuras organizacionales
y pensando mas bien en salir solo adelante.
El gobierno mexicano
tratando de dar impulso a esa apertura comercial, inicia
la firma de diversos contratos comerciales (Chile, Venezuela),
siendo éstos un medio de experimentación, que preparara
al propio gobierno y las empresas mismas, al ingresos
de nuevas oportunidades en el entorno comercial globalizado.
En el año de 1993, por fin los gobiernos Mexicano, Estadounidense
y de Canada, llegan a un acuerdo trilateral, dando Nacimiento
al TRATADO DE LIBRE COMERCIO DE NORTEAMERICA, donde se
establecieron las reglas que marcaban la igualdad de circunstancias
de tratos preferenciales a los diversos productos objeto
de comercialización entre dichas naciones.
El gobierno mexicano
en base a dicho tratado ha ido generando una serie de
liberación impositiva a los productos tanto a los que
se exportan, como a los que por necesidad se han tenido
que estar importando, así fue como se reconocieron Empresas
altamente exportadoras, debido también a que dichas empresas
se restructuraron tanto desde el punto administrativo,
como desde el punto de vista de producción, lo que generó
una nueva cultura empresarial, ayudando con esto a empezar
a ser "Competitivas" a nivel internacional.
La competitivad
está relacionada con la eficiencia de sus recursos humanos,
la mejora continua en sus procesos productivos, la integración
a dichos procesos de nuevas tecnologías, la reducción
de costos, establecer sistemas de aseguramiento de calidad,
en general fueron implementando todo aquello que permitiera
mejorar la eficiencia, ser eficaces; pero sobre todo,
tendientes a la reducción de los costos y a la generación
de mayores márgenes de utilidad. Lo anterior, dio como
resultado que las empresas mexicanas con estas características
han ido aprendiendo a vivir en un terreno de competencia
internacional, ante la amenaza constante de las empresas
trasnacionales y las que han estado arribando a México,
en condiciones de innovación tecnológica y una mejora
continua en su actuar competitivo.
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