En mis dos artículos anteriores que me han hecho favor de publicar, me he referido a dos grandes problemas, por un lado el desconocimiento mostrado en cuanto a lo que es y para qué sirve la Condusef, y por otro lado lo relacionado al Buró de Crédito. Ambos aspectos me hicieron reflexionar sobre un gran problema que yo contemplo en el ámbito del ofrecimiento de servicios de todas y cada una de las instituciones financieras existentes en nuestro país. Debemos analizar que el mercado de los servicios financieros en la actualidad, es cada día mas complejo, ya que en lo general en nuestro medio financiero ofrecen una cantidad muy diversificada de estos servicios, tanto por la Banca, como por las Cooperativas de Ahorro, las Sociedades de Inversión, las Casas de Bolsa, etc., es amplio y variado como lo menciono, los consumidores de dichos servicios se encuentran en la tesitura de cómo elegir, y cuál será el mejor servicio que le dé la respuesta a sus necesidades financieras. Esto no lleva a pensar a que los consumidores de dichos servicios debieran tener toda la información, el conocimiento y las habilidades para evaluar las opciones e identificar aquellas que se adapten a sus necesidades y circunstancias, sobre todo a aquellas poblaciones de niveles medios y medios bajos que por su situación geográfica no llega a ellas un servicio financiero y bancario. Por consiguiente, considero de importancia el que todos los mexicanos deberíamos poseer una educación financiera, que nos ayude a comprender y cómo evitar involucrarse desde el punto de vista financiero, en operaciones que pudieran resultarles nocivas a su patrimonio y que en un momento dado, se puedan ver desprotegidos por organismos como los señalados al inicio de este nuevo artículo, pero todavía más grave que puedan llevar a ese segmento poblacional a cometer un fraude, sin haberlo pensado, bajo la perspectiva de una mala orientación por parte de quién le haya o esté ofreciendo servicios de carácter financiero. Si por otro lado, llegáramos a trasmitir educación financiera, podremos lograr que los consumidores se conviertan en grandes compradores de bienes y servicios financieros a un costo inferior, y a su vez tendrán las bases que les dé las herramientas de cómo poder optimizar su presupuesto financiero familiar o personal, según sea el caso de que se trate. La educación financiera va permitir a los mexicanos aprender también, a elaborar presupuestos familiares, iniciar planes de ahorro, administrar sus deudas, y en su momento a tomar decisiones de inversión en forma estratégica, y con conocimientos que le den seguridad y evitarles caer en altos riesgos, con el agravante en muchos de los casos hasta llegar a perder su patrimonio, como ya ha sucedió en el pasado. En la actualidad, los mexicanos tienen una gama de oportunidades en materia de servicios financieros, tales como: ahorro, inversión bancaria, planes de ahorro tradicionales, planes a través de compañía de seguros, afores, sociedades de inversión, sistema bursátil(Nacional e Internacional), y así se podrían enumerarse más, que por desgracia son desconocidos por un gran número de mexicanos. En este campo de la educación financiera, deberán involucrase a los gobernantes (de preferencia en los tres niveles de gobierno) y todo tendrá que hacerse sin fines de lucro; por el contrario buscando generar esa cultura financiera de la que venido hablando desde el inicio de este comentario. Este tipo de educación debiera iniciarse de los niveles de secundaria (aunque algunos países ya lo hacen desde el nivel primario), con lo que se podrá obtener que los conglomerados poblaciones, independientemente de sus posibilidades económicas, puedan acceder a todos y cada uno de los servicios ofrecidos por el Sistema Financiero Mexicano. Educar en este terreno podrá dar el poder de decisión y disponibilidad de hacerse de recursos monetarios que habrán de ayudarles a crecer, a tener mejor nivel de vida, a que puedan diferenciar entre lo que es comprar por comprar, y lo que debiera ser comprar con conciencia de satisfacer una necesidad familiar, una satisfacción deseada, tener apoyos propios para obtener una educación universitaria. No podemos ni debemos olvidar, que administrar las finanzas personales es un asunto extremadamente complejo y que requiere recursos significativos y un compromiso sustancial por parte del consumidor para comprender la variedad de productos disponibles en el mercado de las finanzas. Además este mercado es muy cambiante, pues cada día aparecen nuevos servicios, nuevos productos y una diversidad de proveedores de los mismos, dispuestos a satisfacer la demanda de los consumidores. No es fácil lograr lo que ahora comento, representa un gran reto, no sólo por la complejidad de la materia en sí, sino por el enfoque que en un momento dado habrá que darle a este asunto para responder a las diversas situaciones que puedan plantear los demandantes de este campo financiero. Sugiero que (como ya lo dijo en uno de los párrafos anteriores), que va ser necesario de conjugar diversos esfuerzos tanto por autoridades, como las entidades financieras, los propios consumidores, ya que para tomar decisiones respecto a si contratas o no una hipoteca, habrán de solicitarle a un consumidor de este servicio, a que presente una serie de datos (como podrá ser su estado financiero personal, sus ingresos netos, si tiene o no seguros, sus adeudos pendientes, entre otros), y por carecer de cómo presentarlos, saber qué presentar, tendrá que acudir a asesores de las entidades financieras, que en la mayoría de las veces le generan pérdidas de tiempo, inconformidades, descontento y desánimo. Bueno, es mi deseo dejar sembrada la inquietud sobre este tema, y ver quién toma la iniciativa de iniciar el planteamiento de un programa educativo, encaminado a generar educación financiera, que lleve a nosotros los mexicanos a empezar a tener cultura financiera y podamos tomar mejores decisiones en materia financiera, para bien personal y de nuestras familias, pero sobre todo que ayude a generar un manejo sano de las finanzas públicas y privadas. Quién toma o tomará la decisión sobre este particular, pensemos y hagamos conciencia. Dr. Luis Núñez Álvarez. |