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En finanzas no existe una fórmula mágica que sirva por igual a todas las parejas, pues cada una tiene gustos, necesidades y gastos diferentes, sin embargo hay una serie de claves a seguir que marcarán la diferencia entre vivir en conflicto por malas decisiones financieras o estar tranquilos por llevar una vida económica organizada.
Comunicación. No permitan que las finanzas se conviertan en un tema tabú en su relación. Platicar lo que desean en materia de economía les ayudará a definir cuáles son las metas personales y cuáles en pareja. Podrán establecer prioridades y proyectar qué requieren para concretar sus ideas.
Crédito a su favor. El crédito es una poderosa herramienta para crear un patrimonio, cuando se utiliza con planeación y responsabilidad. Por lo que antes de solicitar algún tipo de crédito analícenlo a detalle, comparen diversas opciones y platíquenlo.
Planeación. Lo ideal es que todos sus gastos se apeguen a un presupuesto. Así será más sencillo alcanzar sus objetivos sin dañar su estabilidad financiera, pues, los créditos, las inversiones y el ahorro estarán sustentados en un plan, de acuerdo a la capacidad financiera que tengan como pareja.
Prevención. Proteger sus bienes, su persona y su familia es indispensable para enfrentar cualquier adversidad. Evalúen contratar un seguro de vida y de gastos médicos que protejan a la pareja y familia. También es importante que aseguren los bienes que están adquiriendo, por ejemplo un automóvil, o una vivienda. Recuerden que los seguros no son un gasto, sino una inversión que les dará tranquilidad.
Ahorro e inversión. Al vivir en pareja las necesidades y los proyectos se multiplican, y para poder satisfacerlos deben multiplicarse también los recursos. Establezcan un plan de ahorro que les permita lograr sus objetivos. Una vez que hayan fortalecido este hábito, contemplen la posibilidad de invertir en algún instrumento financiero. Recuerden que un plan de vida implica decisiones a largo plazo y deben estar preparados para enfrentar el futuro.
Pensar a futuro. Si tienen como proyecto en común retirarse juntos, dediquen tiempo para planearlo. Plantéense y respondan preguntas como: ¿La forma en qué quieren vivir esa etapa?, ¿si desean seguir trabajando o poner un negocio?, el lugar dónde les gustaría vivir, entre otras preguntas más, que les permitan visualizar la forma en qué les gustaría enfrentar su retiro. Una vez decidido, destinen una parte de su ingreso actual para este fin y sean constantes.
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