![]() Recientes investigaciones nos hablan sobre la importante influencia de la permanencia de los matrimonios con el bienestar del medio ambiente; tales estudios indican que cuando la pareja decide separarse vienen una seria de cambios como el aumento de unidades familiares más pequeñas, una mayor demanda de recursos como la electricidad, el agua y de suelo, así como un peor rendimiento de los recursos que cada persona utiliza y que desde luego recae en un impacto negativo sobre el medioambiente. En base a ello los investigadores sugieren que los gobiernos deberían tener en cuenta el costo total del divorcio y la separación cuando diseñen las políticas ambientales. Así como existe una relación entre matrimonio, cuyo elemento fundamental es el amor, con el medio ambiente; también la hay con la economía. Tanto en una relación de pareja como en la economía se manejan conceptos similares: contrato, sociedad, ingresos, egresos, obtención y admistración de bienes, trabajo en equipo, productividad, etc. Para los economistas el matrimonio es una empresa donde cada uno (los cónyuges) se especializa en su actividad con el fin de producir bienes de tal manera que se encuentren mucho mejor que si no estarían juntos. Esta unidad de producción continuamente está negociando la división de las ganancias matrimoniales y se dice que fracasa en el momento en que sus miembros no logran este objetivo.
![]() Según la razón económica, el matrimonio hoy ya no cumple ninguna función como institución organizadora, acumuladora y transmisora de la propiedad y de la riqueza. Las parejas continuamente se separación y/o divorcian; cuestión que si se analiza desde el punto de vista económico, se llega a la conclusión de que existen varios factores que influyen para que esto ocurra, tales como:
Una relación de pareja o matrimonio será exitoso si es eficiente en el uso del tiempo y dinero para la producción de bienes privados (compras para ella, él, los hijos) y públicos (gastos de casa, escuela, trabajo), en la utilización eficaz de sus virtudes, pero sobre todo en el fortalecimiento continuo del amor que los une. Su historia común construida a base de vivencias, descubrimientos, dolores, logros; que integrados a lo largo del tiempo terminan por cimentar y dar nacimiento a esa energía única, a ese sentimiento sagrado que llamamos amor; el cual es renovable, no contaminante, iluminador, enriquecedor, trascendente y capaz de rescatarnos, y con el que en definitiva podremos llevar al éxito a nuestra empresa, es decir a nuestra relación de pareja, a nuestro matrimonio.
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