El cambio demográfico hacia un mayor envejecimiento de la población tenderá a acelerarse en México durante la próxima década, tiempo en que el sistema de pensiones de cuentas AFORE iniciará gradualmente con la etapa de desacumulación de los recursos, es decir, el pago de pensiones producto del ahorro acumulado en dichas cuentas.
Una duda sistemática que persiste entre los ahorradores en el sistema de pensiones tiene que ver con lo que ocurre con sus recursos acumulados en su cuenta AFORE al momento de cumplir con los requisitos de la jubilación. ¿Se entregarán todos los recursos en efectivo? ¿o cuáles son las modalidades de pensión que tiene el SAR? Este documento busca aportar información al respecto.
1. La necesidad de planear un retiro adecuado
Es común suponer que la jubilación será una etapa de descanso y gozo del tiempo libre, sin embargo, esto solo será posible si se dispone de cierta estabilidad financiera. Para que un pensionado pueda disfrutar de su jubilación, algunos estudios señalan que resulta suficiente contar con una pensión equivalente entre el 50 y 70% del ingreso que se gozaba en la etapa productiva previa al retiro (lo que se conoce como la tasa de remplazo). ¿Por qué? Simplemente porque se reducen ciertos gastos como la manutención de los hijos, el pago de alguna hipoteca o de créditos. En cambio, es importante considerar que los gastos en salud suelen incrementarse.
Cuando un trabajador se afilia a un sistema de pensión suele hacerlo con la expectativa de que, al llegar al momento del retiro, la pensión le permita mantener su calidad de vida. Sin embargo, es indispensable que el trabajador conozca las características del sistema al que está afiliado y entienda qué factores serán los determinantes del monto de su pensión.
En el Sistema de Ahorro para el Retiro (SAR) existen diversas formas de mejorar los ingresos durante el retiro, es decir, el monto de la pensión mensual.
2. La necesidad de planear un retiro adecuado
Es importante destacar que el diseño del sistema de pensiones no termina al momento del retiro del trabajador; es necesario que una vez acumulada cierta cantidad de ahorro, el sistema ofrezca “formas adecuadas” para convertir dichos ahorros en un ingreso predecible.
El problema al que se enfrenta el trabajador en el momento que decide retirarse es ¿cómo administrar el ahorro acumulado, de tal forma que pueda asegurar una estabilidad económica por el resto de su vida?
Si no existiera el factor de incertidumbre del tiempo que será necesario financiar una pensión, la solución a este problema sería muy fácil: habría que dividir los ahorros entre el número de años que vivirá el individuo. El problema es que no existe certeza en lo que pasará hacia adelante:
3. Modalidades de pago de pensión en México
En México, las leyes de seguridad social contemplan dos modalidades de pago de pensión: la Renta Vitalicia y el Retiro Programado.
Renta Vitalicia (RV)
Un pensionado que no desee exponerse a los riesgos económicos que subsisten en la etapa del retiro puede adquirir una Renta Vitalicia, que funge como un seguro.
Al adquirir una RV, el trabajador “compra” una pensión mensual vitalicia fija, ajustada anualmente con la inflación. No importa cuántos años viva el jubilado, al adquirir una renta vitalicia, se garantiza el pago de una pensión predeterminada.
En México, las aseguradoras son las que pagan la RV y, por tanto, son quienes absorben el “riesgo de longevidad” a cambio de un cobro (prima), comprometiéndose a asegurar el monto de la pensión durante la vida del pensionado.
A pesar de que la RV puede concebirse como la modalidad ideal para la mayoría de las personas dado la protección vitalicia que ofrece, la evidencia sugiere que existen algunos factores que deben ser considerados por el futuro pensionado:
El Retiro Programado (RP)
En contraste, el Retiro Programado permite que el pensionado mantenga la propiedad de sus recursos, ya que estos permanecen invertidos en la AFORE, a quien le corresponderá pagar la pensión al ahorrador. La AFORE deberá realizar un cálculo para determinar el monto de la pensión sobre la base del fondo ahorrado y algunas otras variables, recalculando el monto cada año.
El RP puede ofrecer beneficios distintos (complementarios) a la de la RV:
A manera de resumen se destacan las principales diferencias entre las dos modalidades de pago de pensión que existen en el SAR:
Independientemente de la modalidad que seleccione el pensionado, en caso de que éste posea dependientes económicos (se encuentre casado, tenga hijos menores de edad, etc.), la legislación mexicana obliga a adquirir un seguro de sobrevivencia que pagará a su fallecimiento las pensiones de viudez, orfandad o ascendencia que les correspondan a sus beneficiarios.
4. ¿Existen excepciones?
La normativa del SAR contempla dos situaciones en las que el trabajador puede recibir todo o una gran parte de su ahorro previsional en una sola exhibición:
Sin restarle mérito a este criterio de justicia en el sistema, es importante hacer notar que el trabajador que no goza de la protección del esquema de seguridad social formal queda expuesto al llevarse de golpe todo lo ahorrado durante más de 40 años.
Como ya se mencionó anteriormente, en aras de gozar de un retiro adecuado, sería recomendable que el trabajador se asegurara de adquirir una pensión al menos equivalente al 70% del ingreso que obtenía en su etapa activa.
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